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"Ahora que he experimentado la libertad, no quiero volver a la oficina"

Actualizado: 20 jun 2021

"Covid-19 y el trabajo remoto que muchos de nosotros tenemos que hacer ahora están eliminando la" era de la microgestión "que debería haber muerto hace muchos años"

JCER

"En tiempos de cambio, los que aprenden heredan el mundo, mientras que los que saben permanecerán maravillosamente equipados para un mundo que ya no existe"

Eric Hoffer

LA ADAPTACIÓN

Las pautas para la pandemia y el distanciamiento físico están obligaron a las empresas a cambiar las rutinas y prácticas en el lugar de trabajo, así como las interacciones con los clientes. Muchas empresas cerraron temporalmente las líneas de producción, para hacer frente a las interrupciones de la cadena de suministro y responder a la escasez de ingresos.

La inmediatez de la nueva situación exigió mantener la cabeza fría y aprovechar al máximo las circunstancias desafiantes.


Para poder adaptarnos a las nuevas circunstancias habrá que ir un paso adelante a la supervivencia para poder identificar oportunidades y no hundirnos en las amenazas.

En este momento la adaptación organizacional implica un cambio de enfoque, para pasar del enfoque de “Mando y Control” a uno de “Colaboración y Compromiso”.


He escuchado en los pasillos de las empresas que asesoro, así como en las universidades donde doy clases, frases como "Ahora que he experimentado esta libertad, no quiero volver"; Parece que la nueva normalidad es tener libertad, confianza y autonomía.

Covid-19 y el trabajo remoto que muchos de nosotros tenemos que hacer ahora están eliminando la "era de la microgestión" que debería haber muerto hace muchos años; Las empresas que continúen con este proceso de <micromanagement> se verán abrumadas por las circunstancias, como algunos banqueros norteamericanos.

LA ERA DIGITAL

La cuarta ola de cambio que empezamos a vivir desde fines de los años noventas, conocida como la Revolución de la Información y Comunicación, también llamada Era Digital, empezó a convulsionar a nuestro planeta un poco antes de la tragedia de las torres gemelas, sin embargo, no todo mundo estaba consciente de este cambio que se gestó hace más de 20 años.

Tuvo que ser el Covid -19, quien nos empujara a concientizar que el mundo era otro y que, la eficiencia de las empresas y organizaciones, se debería de medir a través de resultados de las personas y no a través del tiempo en que los colaboradores se la pasan sentados en sus escritorios.

Aunado a lo anterior, las nuevas generaciones buscan una mejor calidad de vida, tiempo de familia, y dar resultados por convicción y placer y no por la presión de jefes autoritarios, déspotas y arcaicos como James Gorman y David Solomon, claros ejemplos de personalidades que están maravillosamente equipados para un mundo que ya no existe más.


¿Quién es James Gorman?

Es un financiero australiano-estadounidense que es presidente y director ejecutivo de Morgan Stanley. Anteriormente fue Copresidente y Co-Director de Planificación Estratégica de la firma.


¿Y qué es Morgan Stanley?

Morgan Stanley es un banco de inversión multinacional estadounidense y una compañía de servicios financieros con sede en la Ciudad de Nueva York.

Cuenta con oficinas en más de 42 países y más de 60,000 empleados, los clientes de la firma incluyen corporaciones, gobiernos, instituciones e individuos.


¿Y por qué se hizo popular esta semana James Gorman?

Debido a la forma en que invitó a sus colaboradores a regresar a calentar asientos en las oficinas.


"Si puedes ir a un restaurante en Nueva York, puedes venir a la oficina y te queremos en la oficina". Esa es la cruda respuesta que ofreció este lunes el director ejecutivo del banco Morgan Stanley, James Gorman.


Durante una conferencia de servicios financieros, Gorman dijo que aún no había comenzado a ordenar el regreso de los empleados a la oficina, pero que creía haber enviado un mensaje "muy fuerte" sobre su deseo de tenerlos de vuelta en sus escritorios.

Afirmó que estaría "muy decepcionado" si los trabajadores de ese gigante de las finanzas no vuelven a sus puestos para el Día del Trabajo, que en Estados Unidos se celebra el 6 de septiembre. "Entonces, de no ser así, tendremos un tipo de conversación muy distinta", advirtió.

El Diabólico Jimmy Gorman agregó "que no vería con buenos ojos a los empleados que no trabajen de forma regular en la oficina y, en especial, a aquellos que quisieran realizar su trabajo de forma remota desde lugares como Florida o Colorado, destacando que quienes quieren obtener un sueldo propio de Nueva York deben trabajar allí.


Considera que trabajar desde la oficina es especialmente importante cuando se trata de los empleados más jóvenes, que aún se están entrenando para hacer el trabajo, pues allí es dónde aprenden.


Señaló que, en la actualidad, más del 90% de los empleados que ya están de vuelta en las oficinas de la empresa ya están vacunados y que esperan aumentar esa cifra hasta el 98%.


La misma postura que Jimmy Gorman de Morgan Stanley tiene David Solomon de Goldman Sachs, quienes están convocando a sus empleados a regresar a sus escritorios.

David Solomon, les dio un ultimátum a los trabajadores de la empresa al advertir que aquellos que no han vuelto aún tienen hasta el próximo lunes para ver cómo harán para regresar a sus puestos.

Ya en marzo pasado, Solomon había calificado el trabajo remoto como "una aberración".


Por su parte, JP Morgan Chase, el banco más grande de Estados Unidos, avisó a sus empleados de que se preparen para la vuelta a la oficina el mes próximo, aunque para entonces aún mantendrá limitada al 50% la ocupación de su sede central en Nueva York.

Bank of America no prevé un regreso masivo de los trabajadores a las oficinas hasta el otoño.


CITIGROUP LE APUESTA A LA ADAPTACIÓN Y A LA REINVENCIÓN

Pero no todo el mundo dentro de las grandes finanzas estadounidenses apuesta por el retorno a la vieja normalidad.

Citigroup ha dicho a la mayor parte de sus empleados que podrán adoptar un estilo de trabajo híbrido entre la casa y la oficina en el largo plazo.

Su directora ejecutiva, Jane Fraser, quien asumió el cargo hace pocos meses, sigue apostando por la flexibilidad hacia los trabajadores, algo que -según los analistas- podría darle a la empresa una oportunidad de diferenciarse como empleador dentro de la industria.


REINVENCIÓN

Para las empresas que no lo han hecho antes, ahora es el momento de adoptar prácticas de gestión ágiles, actualizar la infraestructura digital y poner en marcha medidas sólidas de gestión de riesgos para que la próxima crisis o interrupción no los sorprenda desprevenidos.


Como consultor me ha tocado ver que en esta época que hay cuatro tipos de empresas:


1) Aquellas reacias a abandonar los viejos métodos

2) Otras que están tratando de romper las jerarquías y viejos organigramas

3) Hay algunas que se han dado cuenta de que la digitalización ofrece más oportunidades que riesgos si realmente se involucra.

4) Y una gran mayoría no han probado ninguno de los caminos mencionados, siguen con la inercia y así seguirán hasta su muerte. El punto es el factor humano que vive en un vacío existencial laboral desmotivados.


Una encuesta reciente de Gallup mostró que, en los Estados Unidos:

  • Solo el 34% de los empleados están motivados y comprometidos.

  • El 53% no está comprometido.

  • El 13% incluso está activamente desconectado.

Los colaboradores están cansados de la presión, de las reuniones interminables y a menudo improductivas, las avalanchas de mails y presentaciones en PowerPoint, la mayoría de los ejecutivos se preguntan: ¿Qué es esto? ¿Era este mi sueño?


La respuesta a esta situación es algo que se ha olvidado ¡La Gente es Primero!

Ya lo decía Kent Blanchard hace más de 20 años a través de su libro “The One Minute Manager”: “La gente que se siente bien consigo misma, produce grandes resultados”.


Aseveraciones como las de James Gorman y David Solomon, genera miedo el cual no hace que las personas sean más productivas. Todo lo contrario: el miedo nos vuelve rígidos y reacios al riesgo. De hecho, no hay nada peor en el entorno laboral que el miedo.


Los empleados quieren ser reconocidos. No (solo) con dinero, ya que sabemos a estas alturas que la compensación económica no crea una motivación duradera o intrínseca. Los empleados deben ser vistos no solo como profesionales sino también como seres humanos: como padre, madre, aficionado al senderismo, entusiasta de los viajes, etc.


Es momento de adaptar estructuras y procesos para mejorar el conocimiento de la gente: empleados, clientes y también todos sus demás grupos de interés, como proveedores, asociaciones o grupos sociales. ¡Aborde sus necesidades cambiantes! Si vive diariamente centrado en el ser humano, si pone a las personas en primer lugar, automáticamente hará que esto forme parte de la cultura corporativa de su empresa.




















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